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Sor Juana Inés de la Cruz (1651 -1695)

Más allá de las vanidades

El 12 de noviembre de 1651 (1649, según algunos autores) nace en San Miguel de Neplanta, Estado de México, Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana. Entra al servicio de los virreyes de Nueva España en 1664, y se mantiene en él hasta el momento que decide profesar en la orden religiosa de las Jerónimas, a los veintiún años. Su vida fue una búsqueda apasionada e incesante de conocimiento. En la Carta respuesta a Sor Filotea de la Cruz, donde hace una intensa declaración de principios intelectuales, dice:podía conmigo más el deseo de saber que el de comer. Sus confesiones provocaron un enfrentamiento con la sociedad patriarcal donde no se admitía la genial libertad de espíritu, sobre todo en una mujer.

¿En perseguirme, mundo, qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?

Yo no estimo tesoros ni riquezas,
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi entendimiento
que no mi entendimiento en las riquezas.

Y no estimo hermosura que vencida
es despojo civil de las edades
ni riqueza me agrada fementida,

teniendo por mejor en mis verdades
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.

Su formación fue febril, autodidacta y reflexiva; todo lo aprendió sola en los textos, sin maestros ni condiscípulos e incluso, durante una temporada en la que se le prohibió la lectura, no por ello dejó de estudiar, pues lo hacía: en todas las cosas que Dios crió, sirviéndome ellas de letras.

Un fenómeno que fascinó su mente lógica e indagadora fue muy especialmente el amor:

Amor empieza por desasosiego,
solicitud, ardores y desvelos;
crece con riesgos, lances y recelos;
susténtase de llantos y de ruego.

Doctrínanle tibiezas y despego,
conserva el ser entre engañosos velos,
hasta que con agravios o con celos
apaga con sus lágrimas su fuego.

Su principio, su medio y fin es éste:
¿pues por qué, Alcino, sientes el desvío
de Celia, que otro tiempo bien te quiso?

¿Qué razón hay de que dolor te cueste?
Pues no te engañó amor, Alcino mío,
sino que llegó el término preciso.

 

Su obra literaria es principalmente poética, destacan ella los sonetos, en los cuales hizo gala de su brillante irrefutable lógica. Cultivó con maestría también el teatro.

En su extensa obra sobresale Primero sueño, entramada red alegórica de su búsqueda interior, que ha merecido asombrada y admirativa atención de Octavio Paz, debemos el más profundo ensayo sobre la vida y la autora: Sor Juana Inés de la Cruz o Las trampas de la fe.

La virreina y mecenas de Sor Juana, su amiga Leonor Carreto, se encargó de la primera publicación de la colección poética Inundación Castálida.

Su vida concluyó a causa de una epidemia de tifo, en el año de 1695, a los 44 años.

Soneto a un retrato que le hicieron a Sor Juana.

Éste que ves, engaño colorido,
que, del arte ostentando los primores,
con falsos silogismos de colores

es cauteloso engaño del sentido;
éste en quien la lisonja ha pretendido
excusar de los años los horrores
y venciendo del tiempo los rigores
triunfar de la vejez y del olvido:

es un vano artificio del cuidado;
es una flor al viento delicada;
es un resguardo inútil para el hado;

es una necia diligencia errada;
es un afán caduco, y, bien mirado,
es cadáver, es polvo, es sombra, es nada.

 


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