Es un verdadero placer realizar esta entrevista a la poeta los que sería difícil acceder a través de otros géneros literarios. Elsa Cross, ganadora del Premio Internacional Alfonso Reyes 2023. Su obra abarca poesía, ensayo y traducción. Es maestra y doctora en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México, donde es profesora titular del Colegio de Filosofía.
—Cuando leí sobre tu trayectoria, me sorprendió la fecha de tu cumpleaños, 6 de marzo, que coincide con la del escritor y Premio Nobel, Gabriel García Márquez.
—Sí, justamente, y te comparto que la única vez que vi a García Márquez fue en una librería en Coyoacán. Me acerqué a él para decirle que cumplíamos años el mismo día y también para expresarle el impacto tremendo que me produjo la lectura del libro Cien años de soledad. Yo había leído la primera edición de esa novela y la perdí, y compré en la librería allí mismo un ejemplar para que me lo firmara, y me lo dedicó con un dibujo de una planta muy linda. Confieso que soy mala lectora de narrativa, pero la lectura de esa novela la he disfrutado mucho y siempre la recuerdo. Mi mente tiende más a la síntesis de la poesía, pero novelas de García Márquez, Álvaro Mutis, Alejo Carpentier, José Lezama Lima y algunos otros escritores, las disfruté enormemente.
—Lo que nos has compartido me permite preguntarte si la poesía tiene una definición. En las tantas lecturas que he realizado durante los años que llevo dedicándome a la promoción de la lectura, he observado que hay autores que consideran a la poesía como el género más artístico de la literatura, por ejemplo, Jorge Luis Borges la define como “una expresión de la belleza por medio de palabras artísticamente entretejidas”.
—Creo que cada poeta daría su propia definición. Para cada uno de ellos, la poesía es una experiencia distinta. Para mí, la poesía es algo que permite expresar estados del alma que no es posible trasmitir por ningún otro medio, y que abre muchos caminos, a La poesía, por su valor metafórico y simbólico, siempre brinda a los lectores la posibilidad de llegar más allá de los límites de su razón y de sus sentidos para entrar en un reino de lo intuitivo.
—Retomando esto que mencionas sobre el reino de lo intuitivo y sabiendo de tus experiencias de trabajo profundo vinculadas a las culturas orientales, ¿éstas han influido en tu inspiración?
—Efectivamente, practico la meditación desde hace mucho tiempo y en ese espacio han surgido muchos poemas y hasta diría que libros enteros. Quiero aclarar que estos libros y poesías no tienen a la meditación como tema, sino que ella es un motor muy poderoso de mi poesía, es un impulso constante. No me explicaría de otro modo haber escrito tanto.
—En Club de Lectores, punto de venta que está dirigido a maestros y público en general, trabajamos para promover e impulsar el gusto por la lectura, ¿cómo sugerirías tú que se puede trasmitir el placer de leer y entender la poesía?
—Yo aconsejo leer; no hay de otra más que leer poesía. Y al comenzar, cada lector debe buscar aquellos poetas de los que se sienta más cerca. No hay cosa peor que leer a la fuerza, porque no se entiende ni se disfruta nada. Y empezar a leer poesía no es una tarea fácil en un país como éste, que descuida de una manera tan grave la educación artística. Entonces, se vuelve una tarea complicada, incluso para los mismos maestros, pero es algo que debe hacerse porque puede enriquecer de una manera extraordinaria la vida de una persona. Para comenzar, hay que leer a poetas que hagan sentir al lector algo diferente y profundo; ver qué emociones puede transmitir la poesía, qué nuevos mundos le descubre a cada quien. Y, sobre todo, es importante ver con qué se pueden conectar los jóvenes. Estoy segura de que ellos podrían comenzar leyendo poesía amorosa, y descubriendo en los grandes poetas que el amor es algo que va mucho más allá de la vulgaridad y banalidad de las canciones de moda. Podrían, por ejemplo, empezar a leer los infalibles 20 poemas de amor y una canción desesperada de Pablo Neruda, o a Jaime Sabines; cosas sencillas con las que puedan conectarse. Es urgente que los jóvenes no se limiten a la influencia, muy nefasta a veces, de las redes sociales y de los medios electrónicos, y que se den cuenta a tiempo de la forma en que todo esto limita no sólo su visión del mundo sino su capacidad de respuesta ante la vida. Los propios medios se encargan de no difundir los verdaderos estragos que están causando en ellos y en una población totalmente desprevenida e ingenua.
—Justamente, quiero referirme a los medios electrónicos que mencionas. ¿Tú crees que se debe explicar la poesía y que es posible leer este género en formatos electrónicos?
—Siempre se ha dicho que la poesía no se explica, pero se puede guiar a los jóvenes para que entiendan un poema, aunque cada uno debe buscar qué le está diciendo a él o a ella misma. Respecto a leer poesía en formatos electrónicos, yo diría que ojalá eso se vuelva una realidad, mientras no sea con un horrendo lector automático. Debe ser alguien que sepa leer poesía. Un buen lector no es siempre un actor. Los actores pueden ser magníficos para representar un drama o una comedia en el escenario de un teatro, pero la poesía es otra cosa. Los actores tienden a dramatizarla y desvirtúan por completo su propósito. Y una cosa horrible es la declamación, que es algo totalmente anacrónico, del siglo XIX. La poesía no se declama, se lee, y una poesía bien leída puede ser extraordinaria.
—En la actualidad hay un gran impulso en la promoción de la literatura infantil y juvenil y hay muchas editoriales que han publicado libros de poesía infantil y juvenil, ¿qué opinas al respecto?
—Considero que la poesía no debe tener jamás un contenido didáctico. El poema no admite que le peguen etiquetas pedagógicas, ni religiosas, ni mucho menos políticas. Un poema permite trasmitir cualquier mensaje, siempre y cuando no traicione su propia esencia poética ni la ponga al servicio de ninguna otra cosa.
—Es muy importante esto que manifiestas, pues con estas ideas, los maestros y el público en general podrán trabajar en promover la lectura de poesía y desarrollar tareas dentro del marco de los planes de estudios de la propuesta de la Nueva Escuela Mexicana. ¿Qué otro mensaje deseas compartir con los lectores?
—No sé qué es la Nueva Escuela Mexicana; pero quisiera decir a sus lectores, maestros y público en general, que en la medida en que lean y disfruten de la lectura de poesía, en esa misma medida podrán trasmitir y compartir los sentimientos, las ideas, la percepciones, las sensaciones, la intuición que contiene cada poema. El maestro trasmite su pasión y entusiasmo por aquellos temas que enseña.
Numero 87
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