‎Una mañana de primavera llegamos a la casa de Julieta Montelongo con el gusto de platicar con una apasionada de la divulgación científica y acercar a la escritora con los lectores.

‎ ‎

¿Cómo te presentarías para nuestro público lector, maestros y maestras de educación básica de escuelas de todo el país? ‎Es un gusto recibir a Club de Lectores y colaborar con el enorme trabajo que realizan para promover la lectura. Me presentaría de una manera muy simple frente a los maestros pues justamente trabajo en materiales para ellos, sin dejar de publicar historias para los niños. Me autodefino como una traductora, más bien como una doble traductora. Traduzco del lenguaje científico al lenguaje coloquial y del lenguaje coloquial al lenguaje infantil. Los maestros utilizan los libros que escribo; cada libro tiene guías didácticas que apoyan y ayudan al trabajo de enseñanza- aprendizaje con diferentes actividades. Estas son herramientas muy poderosas para desarrollar en niñas y niños el gusto por la lectura y la ciencia.

‎ ‎

¿Los temas y personajes que presentas en tus libros son inspirados a partir de experiencias personales, de miradas del entorno que habitas o de propuestas externas resultado de los talleres que realizas? ‎Es una combinación de las tres. Por ejemplo, el libro "La sonrisa del universo" que está dedicado a jóvenes de secundaria, es en gran parte autobiográfico. Al escribirlo traté de revivir mi experiencia de adolescente. Hice una introspección sobre qué me gustaba, qué me molestaba, qué deseaba en esa etapa de mi vida. La mayoría de las aventuras de la protagonista son experiencias personales. Luego, hice una selección entre mi colección de "asombros científicos", como les llamo, que he reunido a lo largo de mi desempeño profesional, y los incrusté en la historia cuidando que ésta fluyera de manera natural.

‎ ‎

Muy interesante tu relato y por eso preguntaría ¿Si los personajes escogen al escritor, en este caso escritora o al revés si la escritora escoge a los personajes? Los personajes van y vienen, simplemente me ayudan a lograr mi objetivo: contagiar a los maestros y a los niños mi gusto por la ciencia y desear que descubran su rostro más amable y atractivo, como me sucedió a mí. La idea central que deseo transmitir es que no se necesita ser científico para disfrutar del enorme gozo que produce cada hallazgo, cada secreto develado en el camino por descifrar el mundo que nos rodea.

‎ ‎

Hay diferentes autores que dicen que hay dos tipos de lectura, la lectura por placer y la lectura por obligación ¿Qué opinas al respecto? La lectura debe ser siempre placentera. La lectura no tiene el mismo efecto de comprensión y disfrute cuando es por obligación. El deseo hace la diferencia de encontrar el placer. En la escuela se puede fomentar el placer de leer. Los maestros y maestras pueden sugerir un texto que esté dentro del programa de estudio y los alumnos lo deben de leer, pero para eso existen las guías didácticas de apoyo para que los y las educadoras puedan facilitar la comprensión de la lectura. A mí me importa mucho compartir la emoción por el conocimiento científico por medio de la lectura.

‎

En tu libro " Roboteando" presentas una opción de tecnología que hay que conocer pues es y será un gran apoyo para simplificar actividades y resultados en la vida cotidiana. ¿Qué relación existe entre los robots y la inteligencia artificial? ¿Consideras que es una herramienta de apoyo o de destrucción en las relaciones humanas? Nos guste o no, los robots ganan cada vez más terreno en nuestra vida cotidiana. Me parece muy importante que los niños los conozcan y sepan cómo funcionan. Además, ejercen una enorme fascinación en ellos que yo aprovecho para transmitir, no sólo temas científicos y tecnológicos, sino también artísticos y medioambientales. El libro "Roboteando " es el resultado de talleres de robótica que impartí durante muchos años. Por otro lado, la pregunta que me haces en relación a la inteligencia artificial, se la están formulando en este momento personas en todo el mundo. Dirigentes que reconocen que los avances tecnológicos nos avasallan sin estar preparados con la regulación adecuada; pensadores que discuten cuestiones éticas; incluso los mismos creadores de inteligencia artificial que se preguntan si su Frankenstein se les saldrá de las manos. Recientemente uno de ellos desconectó a sus robots al darse cuenta de que se comunicaban entre ellos en un lenguaje que él desconocía. Por eso considero importante preparar a los niños para afrontar su futuro con más herramientas.

‎

¿Cómo debería ser el espacio para promover la lectura? ¿Cómo se puede enseñar visitar una biblioteca? El espacio debería ser muy grato e informal y los maestros podrían estar muy atentos a los intereses y preferencias de sus alumnos para orientarlos adecuadamente, sin presión y con mucho entusiasmo.

‎

En este mensaje sobre lectura de modo lúdico me gustaría preguntarte: ¿Cómo consideras que se coloca la comprensión lectora? En los talleres de divulgación de la ciencia que he realizado durante muchos años, partimos de los conocimientos previos de los niños; luego, ponemos a su disposición los materiales adecuados que propician la experimentación del contenido que queremos desarrollar; después motivamos la discusión, el pensamiento crítico para que finalmente, los niños se apropien del conocimiento, lo hagan suyo, lo mastiquen, lo digieran y forme parte de ellos. Algo similar se pretende con las guías didácticas que afortunadamente ya elaboran varias editoriales para acompañar a los libros. En ellas sugerimos a los maestros diversas actividades que lleven a los niños a relacionar lo leído con otras disciplinas, con películas, con experimentos, con experiencias personales; que los lleven a releer si es necesario, hasta que se logre la comprensión real de la lectura y la apropiación de los conocimientos. Considero que las emociones son la puerta de entrada a los conceptos. Los libros que escribo nunca presentan datos fríos, siempre están permeados por las emociones, como sucede en la vida real.

‎

La propuesta de la Nueva Escuela Mexicana coincide con tu exposición sobre la lectura y los nuevos modelos de enseñanza-aprendizaje. ¿Qué mensaje quisieras dar a los maestros y al público en general que compra libros en Club de Lectores? Yo he sido maestra en circunstancias privilegiadas, con pocos alumnos, en talleres lúdicos; por eso respeto y valoro tanto a los maestros y maestras que deben enfrentar innumerables desafíos, como programas exhaustivos, requisitos burocráticos, grupos numerosos de alumnos, el juicio de autoridades y padres de familia. Trabajan bajo una enorme presión. Pero admiro a aquellos que aman su labor, que se esfuerzan y son sensibles a la tremenda satisfacción que produce constatar el aprendizaje de los niños. Les diría que la imaginación permite ver el entorno con una luz diferente. La lectura propicia la imaginación y la imaginación nos hace libres.

Como dice Daniel Pennac: "La lectura es un acto de creación permanente".