El libro como instrumento de salvación y resistencia

| POR Virginia Krasniansky
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Resulta un agasajo realizar esta entrevista con un periodista, abogado de profesión, escritor y cronista. Le pedimos que se presente a nuestros lectores, en su mayoría maestros de educación básica de escuelas públicas.

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Mi nombre es Julio Hernández López, pero soy más conocido como Julio Astillero debido a la columna que escribo en el periódico La Jornada. Ésta se publica de lunes a viernes y se llama "Astillero"; este año cumple 25 años ininterrumpidos. Podría decir que Astillero es mi nombre de pluma.

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Nací en Torreón, Coahuila, soy abogado, pero no ejerzo y me asumo como periodista... Hago también programas en redes sociales: Astillero informa por Youtube y Facebook y, en las noches, "Charlas astilladas" también aparece por redes sociales.

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Me sorprende el nombre Astillero, pues siempre lo he asociado al lugar en donde se hacen y reparan barcos o a bodegas de puertos. ¿Por qué el nombre?

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El nombre de la columna "Astillero" proviene de la novela "El astillero", del escritor uruguayo Juan Carlos Onetti. Es un escritor que me gusta mucho y cuando hace 25 años creé esta columna quise eludir los nombres clásicos de las columnas que tratan de aludir secrecías entre el lector y el autor, ya que lo mío es análisis político de la realidad y escribo una columna política. Para mí, lo esencial desde hace 25 años y con base en la lectura de la novela mencionada es que México vivía en una etapa de simulación; que, como relata el autor en la novela, se vivía en una bonanza como la de aquel astillero de Jeremías Petrus, dueño del astillero de la ciudad imaginaria de Santa María, creada por Onetti, en la que los pocos que quedaban allí, pues se había acabado la bonanza y la prosperidad, seguían aparentando que trabajaban con funciones jerárquicas y de poder. A mí me parecía en esos tiempos, que así estaba México.

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Me gustaría preguntarte: ¿Eres un escritor que escribe sobre México como un cronista de la realidad nacional? En el libro El México que se avecina, que has coordinado, tus colegas periodistas que han colaborado en él describen realidades y temas muy actuales. ¿Crees que algo se ha modificado en estos últimos tiempos en el país? Todo parece fluir, pero tenemos una pandemia que contamina y produce una nueva realidad.

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Es difícil escribir un libro en el que los autores se atrevan a tratar de adentrarse en lo que pueda suceder o venir, especialmente en una realidad tan cambiante, fulgurante, contradictoria y apasionada como la que hoy estamos viviendo en México. Buena parte del mérito del libro El México que se avecina es que un grupo de periodistas que nos dedicamos a lo cotidiano, que usualmente estamos sobre la nota informativa, arriesgamos vaticinios sobre lo que puede suceder en nuestro país y debo decir que, en términos generales, son acertados, válidos y vigentes.

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El periodista refleja lo que está pasando, el maestro forma, construye para la educación y las políticas públicas deberían permitir crear instituciones que fortalezcan a la sociedad. ¿Cómo ves la función que tiene la educación en la construcción de políticas públicas y su relación para que los maestros se sientan estimulados para la enseñanza?

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Sí, México va a cambiar cuando se tome en cuenta la importancia y la valía que tiene la educación y el trabajo de los profesores en términos individuales y colectivos, y no me refiero a temas sindicales. El trabajo de los maestros es muy importante y su capacitación para trasmitir conocimientos es fundamental. Hay que modernizar los planes de estudio para cumplir con las demandas de la realidad circundante. El maestro, el profesor, es un formador, es un creador de conciencias; los alumnos deben tener la posibilidad de acceder a lo moderno, al mundo en general.

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En esto de la modernidad, tú utilizas mucho las redes sociales. ¿Qué nos puedes decir sobre éstas y sobre las nuevas formas de lectura en las pantallas con nuevos soportes tecnológicos?

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El torrente de información que ahora nos llega por medio de internet y la capacidad de intercomunicación que nos ofrecen específicamente las redes sociales son aspectos que hoy están generando una nueva forma de autoeducación. Muchos segmentos de profesores, alumnos y ciudadanos en general tienen hoy a las redes sociales como una fuente de información y de formación política. Pero esto es de manera rápida y liviana, veloz y de momento. Considero que hay que convocar a lo mejor de la intelectualidad de nuestro país para que se puedan analizar los retos de esta nueva modernidad; los retos del inter- net, de las redes sociales, de la inteligencia artificial entre otros. Vienen tiempos en que la conexión neuronal hacia la base de datos va a generar un verdadero vuelco en la manera en que el ser humano tenga acceso a la información y a la educación.

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En países como México, con diferencias sociales tan marcadas, el acceso a lo digital es aún muy exclusivo y diferenciado y los libros son soportes de lectura necesarios. ¿Tienes algún libro que te haya impactado y que recomendarías a los lectores?

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En estos tiempos que estamos viviendo en México, la lectura es un acto necesario, casi diría yo de supervivencia humana, no solo en lo espiritual sino hasta en lo material. Necesitamos leer mucho, dejar atrás lo que nos den ya digerido, evitar que nos den procesado el material; tenemos que elaborar un pensamiento crítico que nos permita tomar decisiones y asumir responsabilidades diferentes. El poder máximo de un ciudadano es su capacidad intelectual. Creo que los libros de ensayos permiten dar una visión clara de lo que sucede en nuestro país. En lo personal me gustan las novelas de corte policíaco, quizás por la formación de mi oficio. A los maestros, recomiendo leer filosofía, sociología y, particularmente, lo que se relaciona con los avances tecnológicos y con tecnologías educativas. El profesor es una parte fundamental del desarrollo social, por eso quiero invitarlos a leer, leer y seguir leyendo. Así, considero al libro como un instrumento de salvación y de resistencia.

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Aquí nos despedimos de Julio Astillero, agradeciéndole profundamente su atención con Club de Lectores y con nuestros lectores.

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Club de Lectores agradece a la Lic. Andrea Hernández Rincón, gerente de mercadotecnia de la editorial Harper Collins, su apoyo para esta entrevista.

Numero 79

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