En tiempos de pandemia, siempre teniendo como prioridad el cuidado de la salud y el bienestar, entrevistamos a una autora que, además, dirige una editorial cuyo valor es muy especial: reivindica la cultura mexicana y publica libros y revistas con un arte singular. Nos referimos a la editorial ARTES de MÉXICO, que es un sello nacional.
¿Cómo te presentas?
Soy Margarita de Orellana, directora de Artes de México, y el próximo mes de octubre cumpliremos 33 años en esta nueva etapa. Digo nueva etapa porque el origen de la revista-libro Artes de México es anterior. Mi encuentro con esta publicación fue circunstancial. Cierto día que me castigaron en la escuela por "mala conducta", fui a la dirección de ese colegio. Mientras esperaba que me recibiera el director para darme una reprimenda, vi sobre la mesa de entrada un montón de revistas y libros que despertaron mi interés. Eran ejemplares de Artes de México, publicación que había comenzado en 1953 bajo la dirección de un museógrafo e historiador de arte que se llamaba Miguel Salas Anzures .El concepto visual del primer número estuvo a cargo del pintor Vicente Rojo, quien por entonces comenzaba su carrera y se convirtió en cofundador de la casa editorial. La publicación me impresionó mucho y nunca la olvidé. Pasaron los años y en 1987 surgió el proyecto de reeditar la revista-libro y así continuar con el proyecto editorial. Los nuevos colaboradores se propusieron volver a crear una enciclopedia de las artes y culturas de México que en esta nueva etapa tiene ya 133 temas editados.
En esta nueva etapa, además del arte y la cultura de los diferentes estados de la República Mexicana ¿qué otros temas, que ustedes hayan investigado, son los de mayor interés para los lectores?
Comenzamos con estudios de las ciudades, pensadas como obras de arte de gran signi_ cado social. Libros dirigidos al interés de los maestros, de los alumnos y del público en general. Rápidamente se convirtieron en materiales didácticos, mucha de esta información y sobre todo el punto de vista no se encuentra fácilmente. Y en nuestras ediciones se ofrece sintetizado, añadiendo sabor al saber. Continuamos con cine y fotografía, luego arte popular y todo nos llevó, naturalmente, a la diversidad cultural y a los grandes temas de la mexicanidad. Tratamos temas que todo mexicano ama conocer sin importar la edad que tenga. La propuesta de la editorial Artes de México es crear libros que a la vez circulan como revistas y se leen de diferentes maneras. Del cine clásico a la lucha libre, del culto a la muerte a la cocina tradicional, de las culturas primigenias a los textiles, por citar algunos temas, Artes de México suma al placer de contemplar lo más bello de México el placer de comprenderlo.
Cómo historiadora y escritora, además de editora, ¿qué temas has tratado?
Mi formación inicial es de historiadora, con doctorado en Francia. Trabajé dos aspectos: la historia como tal, con sus nuevas herramientas de la corriente de "la nueva historia" en Francia y el cine. lo que hice fue estudiar la importancia del cine en la Historia. Trabajé el cine de la Revolución y publiqué un libro que se llama La mirada Circular, que en varias universidades de Estados Unidos y Francia es libro de texto. Después me dediqué a estudiar las culturas populares. Entre otro libros publiqué La mano artesanal.
¿La tradición oral podría ser más importante que la escritura?
No compiten, existen de manera distinta. Y tienen diferentes funciones. Ahora mismo estamos haciendo un libro sobre la artesanía que representa animales y la ponemos a dialogar con relatos orales, muchos de ellos indígenas, que de alguna manera podrían ser considerados relatos artesanales. Editaremos un muy bello e interesante Bestiario artesanal.
Es importante dar a conocer el trabajo que ustedes realizan. Siguiendo la línea de trabajo del Año Internacional de las Lenguas Indígenas, que fue en 2019 ¿qué nuevas publicaciones con contenido infantil y juvenil han producido en la editorial?
En Artes de México tenemos más de 20 años de hacer libros bilingües. Y más ocupándonos de temas indígenas cuando a otras editoriales no les interesaba hacerlo. Hay en nuestro catálogo títulos en lenguas muy diversas: maya, náhuatl, otomí, mixteco, entre otras y son materiales que los maestros utilizan en sus propias lenguas para promoción de la lectura. Tenemos incluso una edición de poemas de Octavio Paz en ocho lenguas indígenas. Pero la mayoría son textos que se originan en cada comunidad. Entre los más signi_ cativos están los cantos chamánicos que son poesía viva de México. Y así han sido vistos dentro y fuera del país.
En esta nueva realidad que vivimos ¿cómo pueden apoyar las nuevas tecnologías para facilitar, promover y difundir el conocimiento de las culturas tradicionales?
Nosotros estamos de acuerdo con especialistas como Umberto Eco que arman que visto en retrospectiva el libro impreso es la tecnología de divulgación más avanzada que exis te, que es como un tenedor que ha llegado a su mejor forma. Puedes hacer variantes en materiales distintos pero el tenedor y el libro son la referencia tecnológica más acabada. La versión electrónica del libro se ha ido convirtiendo en un material fugaz que no dura, como los periódicos en micro_ lm o los tenedores de plástico. Ayudan mucho en su momento pero nunca hay que olvidar que un tenedor y un libro tienen ya su forma más avanzada. Por eso nosotros tratamos de hacer que cada página impresa sea una obra de arte inmejorable que podrá ser después difundida con las tecnologías que vayan llegando. En la página impresa con_ uyen el mundo artesanal editorial y el mundo industrial editorial. Todo ayuda pero no hay que perder el foco de lo esencial de nuestro o_ cio, que exige un rigor técnico y estético muy alto. En el mundo virtual las obras pertenecen más a la cultura de la imagen que a la cultura editorial. No hay que olvidarlo sin cerrarse a las posibilidades nuevas que rápidamente se harán obsoletas.¿Qué tipo de talleres y cursos ofrecen?
Actualmente preparamos junto con la Fundación Ajaraca, talleres y cursos sobre arte popular y otro sobre medicina tradicional. Con el paso del tiempo se fue perdiendo el registro de la medicina tradicional en México, que está muy viva. Tenemos tres libros que recuperan con rigor científico conocimientos de esta medicina. Cada uno de ellos es diferente, pero recuerdan y relatan las experiencias de estas prácticas, que no van en contra de la medicina alópata, sino que ayudan a curar enfermedades de los pueblos, desde hace siglos.
En esta coyuntura especial que estamos viviendo, en esta época de pandemia, sería importante resaltar que se trabaja de forma casi individual y es necesario implementar formas de transmisión nuevas, lo que representa innovación. ¿Cómo crees que se deberían de enseñar estos saberes?
Estos saberes no se aprenden en la escuela sino en la práctica. La divulgación sobre ellos sí existe en libros pero hoy es muy escasa. Estos ayudan a valorarla, a reconocer no sólo su importancia pasada sino su necesidad actual. Comprobamos cada día que hay un verdadero interés por estos temas a través de todos los medios tecnológicos o tradicionales. Hay un México profundo que merece ser mejor conocido a lo largo del país y a lo largo de todos los estratos sociales. Ese México es el tema de las ediciones de Artes de México. Creo que los maestros tienen un desafío muy importante. Desde las aulas, en las escuelas, se debería impulsar más la visita a bibliotecas. Y la costumbre familiar de tener libros, leerlos en familia y circularlos. Esta práctica es más poderosa que las visitas virtuales y ayudaría a vivr mejor el confinamiento. Con nuestros libros los lectores, alumnos, maestros y maestras, tienen la posibilidad de acercarse al arte y a las tradiciones mexicanas que siempre dejan enseñanza, conocimiento e información.
¿Cuál sería el mensaje para los maestros y para nuestros lectores?
Como editora e historiadora siempre me he sentido como una alumna y una maestra que aprende a difundir la sabiduría mexicana de muchas maneras. Poder leer sobre mi cultura me ha enriquecido y como no soy experta en todos los campos, lo que he leído, me permite ir conociendo y ser más curiosa sobre todo lo que desconozco de México. Los diferentes temas que trabajamos nos permiten entender más nuestras realidades. Agradezco a CLUB DE LECTORES esta oportunidad de acercarme a los lectores en una opción diferente y educativa.
Numero 73
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