Con mi escritura, quiero dejar pensando a los lectores para que ellos se hagan sus propias preguntas

| POR Virginia Krasniansky
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"Con mi escritura, quiero dejar pensando a los lectores para que ellos se hagan sus propias preguntas"

En una mañana soleada de la Ciudad de México, luego de atravesar puentes y circular por caminos sinuosos y con obstáculos, pudimos llegar a la casa de un autor de cuentos, minificciones y novelas.

¿Cómo te presentarías para que los maestros y nuestros lectores en general conozcan tu hacer y quehacer?

Soy Alberto Chimal, escritor, principalmente narrador; he publicado cuentos y novelas para público adulto y también infantil y juvenil. En los últimos años, he realizado mucha actividad como divulgador, dando clases y también en plataformas digitales.

Cuando dices divulgador, ¿a qué te refieres?

Me interesa difundir cuestiones de literatura y temas de escritura creativa; son las dos vertientes que más me interesan. También hago lo que ahora se llama crítica cultural, relacionada con tecnología, pero sobre todo, me interesan la lectura y la escritura creativa.

¿Qué es la escritura creativa?

Es lo que en el siglo pasado se llamaba creación literaria. Se utiliza actualmente esta expresión, que es la traducción de una expresión en inglés, creative writing; es el conjunto de las actividades que se orientan a que la gente aprenda y/o se familiarice con la escritura; con las técnicas, los repertorios, los géneros de la escritura y puedan hacer sus propios textos. Es el aprendizaje que cada escritor tiene que hacer, si se propone ser un nuevo novelista, un nuevo poeta o un nuevo cuentista.

¿Cómo fue tu inicio como escritor?

Es una historia curiosa. Yo comencé a escribir en los últimos años de la escuela primaria y al comienzo de la secundaria; sin ninguna enseñanza, solamente tanteando. No logré gran cosa durante algunos años, hasta que gané un premio literario en mi ciudad natal, Toluca, cuando tenía 16 años. Finalicé la preparatoria, mi familia me presionó para que estudiara en la universidad y cursé ingeniería en informática. Al terminar la carrera, entregué mi título y continué con lo que realmente deseaba hacer.

Esto tiene que ver con escoger carreras profesionales que sean económicamente redituables. ¿Crees que ser escritor es una actividad socialmente cuestionada?

Sí, claro, efectivamente; en mi familia se pensaba que una persona dedicada a las artes no tendría una vida digna y autosustentable. Pero luego, con el paso del tiempo y con la aprobación de premios y lectores, cambió la imagen e idea de que yo era, un poco, la oveja negra de la familia.

¿Cuáles son los temas que te inspiran?

Me gusta mucho el acto de narrar y la imaginación. Es muy importante el discurso imaginativo, el discurso fantástico. A partir de eso llegan temas más cercanos, menos abstractos, más cercanos a la vida cotidiana.

¿Crees que cuando se habla de realidad se habla de la circunstancia que nos rodea?

La realidad es nuestra experiencia de lo real, del mundo que nos rodea. A veces se dice "la literatura está peleada con la realidad" o se habla de " realidad contra ficción", pero lo cierto es que la experiencia de leer es parte de la realidad también, al igual que los libros donde leemos y los procesos mentales por los cuales somos capaces de leer.

Mientras me relatabas lo anterior, pensé en los diferentes géneros de expresión literaria. ¿Cada género tiene que ver con la circunstancia y realidad que habitamos?

Sí. Por ejemplo, los que a veces se llaman "géneros fantásticos" se nombran con términos que vienen en su mayoría de los países de habla inglesa porque surgieron allá, debido a circunstancias sociales y políticas particulares de ciertas épocas de aquellos países. Actualmente, en México hay un género de literatura sobre la violencia que más bien nace de nuestros problemas actuales debido a la intensificación del crimen organizado y a que no se ha podido erradicar. Este género comenzó como la llamada "narcoliteratura" pero como seguimos viviendo el problema de la violencia se ha ido ampliando, hasta el punto de que más o menos desde la década pasada es casi la columna vertebral de la literatura mexicana. Por cierto, esto me sirve para decir que la llamada "literatura de género" es simplemente aquella que se explota comercialmente en cierto tiempo y lugar. El uso de la imaginación fantástica no marca necesariamente a una obra como "de género": es simplemente el inventar sucesos, personajes etcétera, a sabiendas de que no son posibles, con el fin de dar cuerpo a experiencias subjetivas: aquellas que no podemos ver pero igual son reales. Los deseos, los miedos, nuestras preocupaciones, todo eso se puede representar de esa manera en la literatura de cualquier tipo.

¿Considerarías el género que mencionas de la "literatura de la violencia" como parte de la narrativa de misterio o policial?

En efecto, surge de ellas, pero después se diferencia, y no podría existir tal como es de no haberse engendrado en este contexto que vivimos en México.

¿Cuál es la diferencia entre la literatura fantástica y el realismo mágico?

El realismo mágico se inventó en Europa para promover a ciertos autores latinoamericanos y tiene que ver con la mercadotecnia editorial, fue parte de una campaña promocional. Se supone que se refiere a obras que muestran una realidad latinoamericana más exótica que la europea (aunque ésta no deja de ser una invención fantástica, a veces con poco apego a lo que realmente sucede en nuestra región).

En tu escritura sobresale el género del cuento, específicamente lo que se denomina minificción, ¿crees que en la brevedad está la intención del mensaje?

Lo que a mí me gusta de la minificción es que produce un efecto que no he encontrado en ningún otro tipo de narrativa, una especie de efecto retardado de comprensión. Cuando se lee el texto breve, hay una pausa al final en la conciencia del lector, tras de la cual se puede dar una sorpresa o una revelación.

¿Qué podrías decir a los maestros y a nuestros lectores en general para que, además de fomentar la lectura, también hagan énfasis en el fomento a la escritura y a la comprensión lectora?

Igual que la lectura puede hacerse por gusto y no solamente por obligación, escribir puede ser también una actividad entretenida, y no solamente una manera de "producir" algo (una tarea, un libro) para uso posterior. Hay personas que tocan la guitarra o juegan futbol sin desear necesariamente ser profesionales, simplemente por darse gusto y complementar lo que hacen con el resto de su tiempo; así también con la escritura.

¿Piensas de manera diferente cuando escribes para niños que cuando escribes para adultos?

En cierto modo, sí, aunque no creo -como sí parecen pensar algunas personas- que escribir para niños sea "quitarle" algo a la escritura para adultos. Más bien hay que agregarle la conciencia de que se está escribiendo para acompañar la experiencia de alguien que está descubriendo el mundo.

Me gustó mucho el libro que escribiste, Cartas para lluvia, por los mensajes sobre la amistad, el secreto, la confianza de la madre. Por eso replanteo la pregunta, ¿Cuándo escribes para niños te inspiras de manera diferente?

En casos como el de ese libro pienso en ciertas ideas que me interesa proponer, aunque no como "mensaje" sino como parte de un discurso que tenga que ver con lo que se cuenta y también con las vidas cotidianas de quienes van a leer. De este modo pretendo que el texto no se vuelva aleccionador ni sentencioso; lo que quiero es dejar pensando a los lectores para que se hagan sus propias preguntas.

Con respecto a las tecnologías, ¿qué les dirías a los maestros?

No hay que tener miedo a las tecnologías, hay que darles el lugar debido que tienen. La tecnología no es mágica ni omnipotente y, sobre todo, no está limitada necesariamente a las prácticas en las que las vemos ahora; Por ejemplo muchos booktubers-comentaristas de libros en You Tube- hablan de libros de moda, pero no todos lo hacen y no hay herramientas mismas de comunicación que los obligue a hacerlo. Y esas herramientas tampoco están limitadas a determinadas edades. Mi esposa y yo (ella también es escritora y su nombre es Raquel Castro) tenemos un canal de videos dirigido a un público no necesariamente juvenil; Tenemos más de 5 años trabajando en ese proyecto a pesar de tener mucha más edad que el booktuber promedio y contamos con un público que nos sigue y compra nuestros libros. Es un público lector que también adquiere libros que recomendamos. Bien podría haber muchos otros canales dedicados a muchos públicos diferentes. Para despedirme, agradezco a Club de Lectores permitirme llegar a los maestros y que los libros nos permitan seguir comunicados.

Numero 71

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