En este número cincuenta de Club de Lectores es un verdadero gusto y honor entrevistar a Juan Villoro un escritor talentoso y comprometido con muchos géneros literarios y así dejar un mensaje muy ilustrativo a nuestros lectores.
Le solicitamos que se presente y que nos cuente ¿quién es? y así nos respondió:
Bueno, la peor persona para hablar de uno mismo es el propio autor. Pero ya que me pides que me presente te comento que soy novelista, escribo cuentos para niños de distintas edades. Hay una gran diferencia en escribir para niños que todavía no saben leer, a escribir para los niños que dominan el lenguaje y se pueden interesar en una historia extensa con el formato de una novela.
¿Escribes en prosa sobre diferentes géneros?
Sí, fundamentalmente vivo del periodismo, no he escrito poesía; el periodismo es un trabajo que a mí me alimenta mucho y lo combino con la escritura de ficción.
Revisando tu biografía descubrí que eres un escritor que escribe sobre México como un cronista de la realidad nacional. ¿Cómo te definirías? ¿Te ves en ese segmento de escritor?
Hay autores que se sienten muy cómodos escribiendo sobre mundos imaginarios o escribiendo sobre libros; por ejemplo Jorge Luis Borges dijo: "que el mayor acontecimiento de su vida fue descubrir la biblioteca de su padre"; para él allí estaba el universo entero. Él hacía una literatura que se alimentaba de otras literaturas. Hay también autores que siendo de un país pueden escribir de otro muy distinto. En mi caso, México es una referencia insoslayable. Casi siempre escribo sobre el presente. No he escrito novela histórica.
¿Has sentido que fue un lanzamiento internacional tu literatura sobre temas mexicanos cuando recibiste el Premio Herralde de Novela en 2004 que otorga la editorial Anagrama con tu libro "El Testigo"?
Esa novela está escrita desde el presente; trata de un personaje que busca episodios perdidos en la vida del poeta Ramón López Velarde y algunos hechos no contados de la guerra cristera. Siempre está narrada de manera continua anclado en el presente. Respecto a tu pregunta me gustaría comentar un dato peculiar. Muchas veces la atención de América Latina depende de lo que sucede en España; justamente cuando me dieron el Premio Herralde en Barcelona, hubo un interés latinoamericano por mi trabajo que antes no se había dado y creo que tiene que ver con la mirada colonial del mercado español hacia América Latina.
Entonces ¿crees que ésta es una posibilidad para que una editorial promueva a autores en el resto de los países de habla hispana y sean conocidos?
Las editoriales españolas han podido mantener un circuito internacional en el mundo del idioma español que por desgracia no han podido hacer lo mismo las editoriales latinoamericanas con alguna excepción como por ejemplo el Fondo de Cultura Económica o alguna otra, por eso, es una relación asimétrica. España distribuye en muchos países de habla hispana y las editoriales de América Latina son locales. Por esta situación se frenan mucho los proyectos latinoamericanos.
Esta ventaja de haber publicado tus trabajos en diferentes editoriales de España y también mexicanas hace que seas un escritor muy conocido y reconocido. Por eso queremos presentarte a los maestros y que recomienden tus libros a sus alumnos. Te pregunto: ¿están tus libros en formato electrónico?
Sí, por supuesto, pero creo que todavía ese soporte es muy tímido, me refiero a la plataforma electrónica. Vamos muy lentos en esa migración. Creo que los libros electrónicos como diccionarios y libros técnicos son muy útiles y que poco a poco se irán incorporando más géneros literarios por la comodidad de traslado y facilidad de uso.
¿Crees que hay alguna diferencia entre fomento a la lectura y formación de Lectores?
Estoy convencido que en el fomento a la lectura lo más importante es la oralidad; también la lectura compartida y la voz primera que te lee en la infancia. Hay que asociar la lectura con el afecto. El niño va a asociar ese mundo imaginario con el cariño de la persona que le lee las historias; ya sea la madre, la abuela, o cualquier persona cercana que le brinda afecto y que le cuenta las historias. Es tradición que los cuentos comiencen con la frase: "había una vez..." y yo diría que hay una frase que antecede todo eso y es "había una voz"... Esa voz es la que ha contado las primeras historias. Si esto se da en las familias entonces se genera un hábito muy importante; en la escuela son muy significativos los maestros que pueden vincular su voz con las primeras historias. Hay un estudio muy completo del Ministerio de Cultura de España en donde justamente se habla de este tema. La vinculación del afecto en la familia y en la escuela y demuestra que el niño tiene prisa por leer por su cuenta eso que le está leyendo otra persona. Es importante destacar que no basta con tener el hábito de la lectura para mantener el gusto por la lectura. Dicen los especialistas que en la adolescencia se puede perder el hábito de la lectura y es porque aparecen otros estímulos y distractores, hasta conductas gregarias. Creo que los nuevos formatos o soportes de lectura pueden ser motivadores y disparadores de lectura para los jóvenes.
¿Qué temas o textos habría que incorporar a los programas de educación para que éstos estimulen la lectura en maestros y alumnos?
La lectura no se puede imponer, se tiene que contagiar. El entusiasmo por leer permite comunicar el goce a los alumnos. Los contenidos de los libros dan mensaje de enseñanza y ayuda a la educación. El tema de preferencia lo define el gusto del lector y su área de interés. Creo que es un error forzar al joven lector a que de inmediato lea algún libro de los llamados clásicos que están escritos en un idioma difícil y barroco. Los autores modernos escriben sobre temas de interés para los jóvenes y eso llama a los nuevos lectores. Mi libro "El libro salvaje" puede ser para niños, jóvenes o adultos pues es una novela que trata sobre la aventura de leer. Puede cautivar a un niño, a un adolescente y a un adulto.
Entiendo que con este mensaje los niños podrían ser facilitadores de lectura y así los jóvenes podrían ser promotores de lectura para los padres y maestros. Entonces ¿qué lugar ocupan los libros tradicionales o clásicos?
Hay que respetar el gusto y la inteligencia de los niños; en ocasiones los maestros quieren forzar hacia determinadas lecturas y eso no es bueno. Hay que ocuparse mucho de los contenidos para que la educación sea cada vez mejor. Hay que valorar mucho lo que somos y no lo que tenemos.
¿Qué mensaje quieres dejar a los maestros?
Felicitar a Club de Lectores por el trabajo que realizan y veo que han creado una fraternidad de lectores y una red de cómplices para una mejor educación. Los libros vinculan a la gente y lo mejor son las manos que los reciben. Aunque se lea en soledad los libros crean los vínculos de lectores.
Club de Lectores dice: ¡Gracias!
Numero 50
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