Francisco, ¿cómo sugerirías que los maestros promuevan la lectura?

Bueno, en primer lugar, creo que existe una falta de conocimiento de lo que hay en el mundo del libro, especialmente en el mundo de la literatura.
En los últimos tres años he visitado con frecuencia las escuelas normales del país para invitar a los maestros y futuros maestros a realizar una lectura placentera. Y no me limito a promover la lectura sino también la escritura, ya que lo ideal es que la lectura devenga en escritura.
La verdad es que se han sorprendido de encontrar textos que los hacen reír, que pueden compartir con los demás, que los libros no son aburridos: descubren que leer no es perder el tiempo, sino que el goce de la lectura se contagia.

¿Qué tipo de libros escribes y desde cuándo escribes?

Yo empecé a leer a los 16 años. El primer libro que leí fue Crimen y Castigo, de Fedor Dostoievski. Ese libro me llevó a ser un lector voraz y, a partir de esa experiencia, comencé a escribir.
Mientras era estudiante de la prepa escribía sin pensar en ser escritor, solamente disfrutaba de escribir. Eso también me hizo cambiar de idea sobre la carrera que iba a seguir en la Universidad. Primero pensaba en Medicina, pero luego estudié Lengua y Literatura Hispánicas en la UNAM pues consideré que necesitaba una carrera que me ayudara a escribir. Me gusta escribir y experimentar. Mi escritura tiene que ver con la experimentación.

¿Qué significa para ti "experimentar"?

Bueno, no me conformo con escribir un solo tipo de género, siempre estoy buscando algo extra para sacar lo que quiero decir. Los principales espacios por donde se me puede conocer son, por un lado, la literatura infantil, especialmente con cuentos y novelas para niños y jóvenes; por el otro, como narrador y, por último, como alguien que se ha dedicado al libro de texto. A los 20 años participé en un equipo para hacer el libro de texto gratuito de Lecturas de sexto de primaria que hasta hace un par de años todavía estaba vigente.
A partir de ahí he estado trabajando en textos de primaria, secundaria y preparatoria para una editorial que presenta libros de textos ante la SEP. Son antologías de literatura de la editorial Castillo.

¿Qué escribes para adultos?

Lo que más escribo para adultos son cuentos; pero también edito ensayos, crónicas de viaje, periodismo cultural y poesía. Siempre busco nuevas maneras de expresarme.

¿Cómo ves la respuestas de tus lectores?, ¿ves alguna tendencia específica?

Lo que me une tanto en la literatura infantil como en la de adultos es el humor.

¿Es humor irónico?

Yo diría mejor humor negro y juego. Siempre hay un juego que se propone como interacción con el lector.

¿Y qué temas?

Bueno, para adultos los temas son la violencia y la muerte a través del humor.
Yo no quiero dar mensaje, el lector interpreta y acomoda desde su realidad el texto de mi escritura.
El autor que parte de una premisa y quiere dar mensaje, en el caso de los niños, éstos no le entran al juego, pues lo descubren de inmediato, así que no se logra el objetivo. En la escuela se insiste demasiado en determinadas buenas acciones para que un cuento le diga cómo hacer determinadas cosas.

Francisco, tú eres un escritor con ¡tantos libros! escritos, ¿son cerca de 40, verdad? ¿Cómo ves o qué nos puedes comentar sobre las nuevas tecnologías?

Yo no estoy en contra de las nuevas tecnologías. Hay libros míos que ya están en sistemas digitales. Las editoriales no me han propuesto directamente hacer libros digitales; estoy abierto y acomodándome a la realidad circundante.

En tu actividad académica, ¿das talleres de lectura y escritura?

Doy talleres y conferencias dirigidas a escritores de libros para niños dos veces al año.

¿Hay alguna fórmula para ser escritor?

Lo que puedo decir y compartir es que para escribir un cuento hay que leer muchos

¿Crees que los esfuerzos de las instituciones educativas son suficientes para promover la literatura?

Nunca serán suficientes, la mejor forma es que los padres les lean a los hijos y luego le hagan un reporte al maestro. Así se haría un enlace entre los padres con el maestro a través de los hijos.