Club de Lectores entrevistó a Francisco Martín Moreno para que los maestros y los lectores en general se acerquen y conozcan a un autor exitoso, de gran aceptación en la literatura mexicana. Es un periodista y escritor muy simpático y con una trayectoria muy extensa y reflexiva.
Francisco: en el transcurso de los años hemos visto que tus libros tienen temas específicos, como la serie de títulos sobre México y esta nueva saga de Arrebatos carnales ¿qué es lo que te inspira?
Bueno, la saga de Arrebatos carnales es la actual; es la primera vez que escribo una saga; no lo había hecho antes. Se trata de una trilogía erótica mexicana. Siempre he escrito sobre México. Mi diálogo permanente es con México. Por eso los títulos de mis libros: México negro, México ante Dios, México acribillado, México secreto, México sediento, México mutilado. Ése es mi tema, pero, al mismo tiempo, pensé que una buena manera de introducir al lector a la historia de México es a través del erotismo. Los grandes próceres de nuestra historia tienen que ser vistos con sus debilidades carnales, eróticas, espirituales para que se conozcan de manera más humana y no solamente como héroes de mármol blanco. Hablar con santos es muy aburrido. Por ejemplo, Morelos, Allende, Iturbide, Hidalgo no son santos; la Corregidora no es una santa; y menos Diego Rivera y Pancho Villa; tampoco Sor Juana es una santa. Todos los seres humanos tenemos nuestras debilidades y, si las tenemos, ¿por qué no lo reconocemos? Me tachan de ser un irreverente, ¡y lo soy!, ¿por qué ocultar una parte de la historia cuando hay tantas cosas que se deben saber? Nos pintan a una Josefa Ortiz con un chongo espantoso y un mentón grandísimo, cuando la realidad era una mujer muy bella. Muchos no saben, por ejemplo, que tuvo 13 hijos, 12 con el corregidor de Querétaro y uno con Allende. A mí me interesa escribir sobre los personajes de la historia mexicana que contribuyeron en su desarrollo y, otros que no lo hicieron tanto, de una manera en que sean personas que como todos, con pasiones y cosas que ocultar. Debemos hablar de personajes de carne y hueso.
Entonces, esos personajes de carne y hueso tienen que ver con una realidad histórica y circundante, ¿verdad?
Sí, de eso se trata. Yo pretendo entender qué fue lo que les pasó a mis contemporáneos, a mis descendientes y a mis ascendientes, todos se aburrirían con la historia. La historia se enseña mal. Yo quiero hacer una historia festiva, una historia intensa, con aventuras y epopeyas, con pasiones, con desbordamientos, con excepciones, con dolores, y ahí es donde hay que poner el acento, eso es parte de la vida. Sobre todo quiero escribir la cara oculta de la historia de México. Yo me dedico a buscar mentiras, a buscar angustias y luego publicarlas. Yo soy un hombre libre que no dependo de nadie, soy independiente.
Bueno, dependes de tu propia inspiración, de tu entorno.
Ah sí, eso sí. Mis libros sobre México han desenmascarado a los diputados, a la Iglesia, al ejército, y han permitido conocer la historia desde otro ángulo. Lo dijo muy bien Jorge Santayana: "Quien no conoce su historia está condenado a repetirla". Estoy convencido que los mexicanos no debemos repetir nuestra historia porque ha sido muy dolorosa, muy difícil, muy dramática. Hay que escribir una nueva historia con el conocimiento del pasado. Así podremos construir un nuevo México y cambiar el destino del país.
¿Cómo ves el futuro para México desde esta historia?
Mira, México es un país que no tiene historia democrática. En el México precolombino, en la Colonia, durante la dominación española, no hubo democracia. En el siglo XIX y en el siglo XX tampoco hubo democracia. En realidad llevamos once años de democracia. Y un poquito de democracia con Madero y otro poquito de democracia con Juárez. Pero para allá vamos, hacia la construcción de un país democrático.
Tu forma de escribir, en la que mezclas datos históricos con ficción, fomentan la lectura. ¿Qué opinión tienes de las campañas de fomento a la lectura y qué propondrías?
Yo creo que estas campañas están bien. Cualquier promoción de la lectura hay que recibirla con fanfarrias y abrazos; es imperativo que la gente lea.
Entonces, ¿qué opinas de los nuevos formatos de lectura, las nuevas tecnologías, por ejemplo, el libro electrónico? o, ¿qué piensas de los libros con ilustraciones, como historietas?
Hemos hecho el intento de hacer libros como historietas, pero en la editorial decían que eran muy caros y no los aceptaron. A mí sí me gustaría sacarlos a un precio muy accesible. Respecto a las nuevas tecnologías, yo las apoyo y creo que hay que estimular ese formato.
¿Has tenido comentarios de tus lectores en los que mencionen que se identifican con la novela que tú escribes?
Sí, eso me ha pasado mucho, el lector se identifica con el texto. Yo escribo con relación a la historia y el lector sabe que mis relatos están debidamente sustentados con información documentada. Tengo gran responsabilidad con el lector. En mis libros pongo la bibliografía de la investigación histórica.
Francisco, ¿qué mensaje puedes dar a los maestros?
Bueno yo creo que los maestros son los responsables del futuro de México. También los padres de familia. Sabemos que el futuro de México está en la escuela, en la educación. Debemos encontrar el gusto, la alegría por la investigación y el estudio en la escuela. Deben enseñar historia, español, matemáticas, inglés, pero con más atractivo para que los jóvenes no se aburran. Creo que cada maestro mexicano es un héroe nacional. Y todos necesitan mucha capacitación para poder trasmitir conocimientos. Sería muy bueno, por ejemplo, que se crearan nuevas escuelas normales en todas las entidades de la República Mexicana.
Numero 36
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